Si pensabas que las tablets ya no daban más de sí, Samsung sigue empeñado en demostrar lo contrario… o al menos en intentarlo. Y lo hace con dos monstruos: la Galaxy Tab S10 Ultra y la Galaxy Tab S9 Ultra. Ambas gigantescas, carísimas y potentísimas. Pero claro, si ya tienes una o estás pensando en dar el salto, la pregunta es inevitable: ¿vale la pena el nuevo modelo o simplemente han cambiado el nombre y poco más?
Porque vamos a decirlo claro: Samsung no ha querido arriesgar. El diseño es el mismo, la pantalla también, el tamaño calcado y los accesorios igual. Incluso la S Pen sigue ahí, magnética y dispuesta a todo. Entonces, ¿dónde está la gracia? Pues en los pequeños detalles, en los refinamientos, en el típico “sí, pero esta va un poco mejor”.
La Galaxy Tab S10 Ultra trae un chip nuevo (y polémico), un acabado más resistente y un revestimiento antirreflejos en la pantalla que, para algunos, puede marcar la diferencia. Pero si la S9 Ultra ya era una locura de tablet, ¿realmente vas a notar el cambio?
Vamos al grano. Esto es una batalla entre lo excelente y lo casi idéntico. Y eso hace que la decisión, lejos de ser técnica, sea más estratégica: ¿pagar más por algo muy parecido o aprovechar el modelo anterior y ahorrarte un buen pellizco?
Diseño gigante sin sorpresas: mismo molde, mínimos ajustes
Samsung ha calcado el diseño del Galaxy Tab S10 Ultra respecto al Galaxy Tab S9 Ultra. Mismo tamaño colosal de 14,6 pulgadas, mismos bordes metálicos, misma estética de portátil sin teclado. No es que sea un problema, porque el acabado sigue siendo excelente, pero quien espere una renovación visual… se va a quedar esperando.
El único matiz está en los materiales: la Galaxy Tab S10 Ultra usa «Enhanced Armor Aluminum», una versión más resistente que la del S9 Ultra, que ya contaba con el habitual Armor Aluminum. En la mano, el tacto es prácticamente idéntico, aunque la nueva pesa ligeramente menos: 718 gramos frente a 732 gramos, y es apenas una décima de milímetro más delgada. Detalles mínimos, pero que suman en sesiones largas de uso.
Y como ya es habitual en esta gama, ambas incluyen S Pen de serie, con acoplamiento magnético en la parte trasera y resistencia IP68. Todo premium. Todo gigante. Todo igual.
Una pantalla impresionante, pero ahora más usable al sol
Ambas tabletas montan la misma locura de panel: 14,6 pulgadas Dynamic AMOLED con resolución de 2960 x 1848 y tasa de refresco de 120 Hz, que es sencillamente una barbaridad. La calidad de imagen es altísima, los colores saltan de la pantalla, y la fluidez está garantizada. No hay diferencias en brillo o nitidez. Son igual de espectaculares.
Ahora bien, hay un cambio clave en la experiencia real: la Galaxy Tab S10 Ultra incluye un revestimiento antirreflejos que marca una diferencia bestial si la usas en exteriores o cerca de una ventana. El modelo anterior no lo tiene, y en según qué ángulos, se convierte en un espejo.
¿La pantalla sigue siendo buena en el S9 Ultra? Sí. ¿Pero cuando pruebas la del S10 Ultra bajo el sol? Cuesta volver atrás.
Rendimiento descomunal, aunque con cerebros distintos
Aquí había miedo, porque Samsung cambió el Snapdragon del S9 Ultra por un procesador MediaTek en el S10 Ultra, concretamente el Dimensity 9300+. Pero esos temores se han quedado en nada. En las pruebas de rendimiento, el Dimensity arrasa al Snapdragon 8 Gen 2 con puntuaciones muy superiores en CPU y GPU.
Eso no significa que el S9 Ultra se quede corto: sigue siendo una bestia para multitarea, juegos exigentes o edición de fotos. Pero si vas a trabajar con apps pesadas, o te interesa tener el mejor rendimiento posible de aquí a unos años, el chip de la S10 Ultra tiene más margen y responde más rápido.
Ambas tienen versiones con 12 o 16 GB de RAM y hasta 1 TB de almacenamiento interno, ampliable con microSD. Aquí no se escatima.
Software calcado con IA incluida
Samsung no ha dejado fuera al modelo anterior: la Tab S9 Ultra se ha actualizado a One UI 6.1 con Android 14, por lo que tanto esta como la S10 Ultra tienen las mismas funciones de software, incluyendo todas las novedades de Galaxy AI.
Funciones como Chat Assist, Note Assist, Traducción en tiempo real o Drawing Assist están disponibles en los dos modelos, y la experiencia general en multitarea es idéntica: modo DeX, pantalla dividida en tres apps y una ventana flotante.
La única diferencia está en el soporte a largo plazo: la Tab S10 Ultra recibirá actualizaciones un año más que la Tab S9 Ultra, lo cual puede ser relevante si planeas exprimirla durante muchos años.
Batería para días, sin cambios en la fórmula
Nada cambia aquí, y es buena noticia. Ambas tabletas llevan una batería de 11.200 mAh que ofrece una autonomía espectacular, incluso en sesiones intensas de uso. Navegar, ver vídeos, tomar notas o editar documentos: aguantan todo un día sin pestañear, y en uso moderado pueden durar más de dos o tres días.
La carga sigue limitada a 45W por cable USB-C. No hay carga inalámbrica ni inversa. Pero con un buen cargador, el tiempo de carga ronda la hora y 40 minutos, bastante razonable teniendo en cuenta el tamaño de la batería.
Cámaras que cumplen… sin más
Aquí no hay novedades. Ambas tablets cuentan con una cámara trasera dual (13 MP principal + 8 MP ultra gran angular) y doble cámara frontal (12 MP + 12 MP ultra gran angular), situadas en el famoso notch horizontal.
Y como suele pasar con las tablets, las cámaras son útiles para videollamadas o escanear documentos, pero nada más. No vas a usar ninguna de estas tablets como sustituto de tu móvil para fotos. Son cámaras funcionales, pero lejos de lo impresionante.
Conclusión: si cuestan parecido, elige la Galaxy Tab S10 Ultra sin pensártelo
No hay que darle muchas vueltas: la Galaxy Tab S10 Ultra es ligeramente mejor en todo… pero solo ligeramente. Tiene un procesador más potente (el MediaTek Dimensity 9300+ que ha callado bocas), un panel con tratamiento antirreflejos que realmente mejora la experiencia si la usas en exteriores, y una construcción aún más sólida con ese “Armor Aluminum mejorado”.
Por lo demás, estamos ante dos tablets prácticamente iguales: misma batería, misma pantalla, mismas cámaras, mismo software y misma promesa de soporte. Lo que ya era top en 2023 sigue siéndolo en 2024… solo que con retoques mínimos.
Eso sí, si el precio no cambia entre una y otra, ni te lo pienses: la Galaxy Tab S10 Ultra es la que hay que comprar. Porque aunque las diferencias sean sutiles, existen. Y si vas a pagar lo mismo, mejor irte con lo último. Ahora bien, si encuentras la Tab S9 Ultra en oferta —y no necesitas lo más nuevo sí o sí—, ahí sí puede tener más sentido.